En mi vida, sin duda, hay un antes y un después de Takiwasi. Agradezco mucho a las plantas por sus enseñanzas y cuidados y al equipo de Takiwasi por su profesionalismo, su amabilidad y el marco protector que ofrecen antes, durante y después del retiro. Me siento privilegiada de haberme beneficiado de su buen cuidado y de haber podido trabajar con estas magníficas plantas. Muchas gracias.

Los procesos en Takiwasi han sido muy fuertes y profundos para mí. Me han permitido abordar temas emocionales/psicológicos inconclusos de mi vida, de mi pasado, ayudándome a liberarme de patrones tóxicos tanto emocionales como espirituales, que no permitían que pueda continuar con claridad mi vocación, así como mis relaciones personales. Los procesos realizados en Takiwasi han trabajado en distintos niveles: desde lo físico, pasando por lo emocional, hasta lo espiritual. Todo de forma coherente, y permitiéndome entender cómo estos tres niveles están muy involucrados, y se afectan recíprocamente.

Todo esto ha permitido que tanto mi vida personal como profesional se vean muy enriquecidas, pues he encontrado no sólo respuestas a mis interrogantes y sanación a mis heridas, sino una guía y acompañamiento constante de Takiwasi, con una caridad y una apertura a ayudar que no he encontrado en otros lugares.

Desde la última dieta me he sentido bien en general, específicamente en lo físico, desaparecieron los dolores de cabeza y de estómago que tuve. En lo emocional, disminuyó considerablemente la sensación de ansiedad, lo que me ha permitido hacer mis actividades cotidianas disfrutándolas en vez de estar pensando en terminarlas pronto y preocupado por el resultado. Esto me ha permitido ser encantado por la energía que trajo a nuestras vidas nuestra hija. La dieta me conectó con la rabia que tenía y ahora ya no está, me siento más tranquilo y en paz que antes.

Cómo surge mi idea de dedicarme tiempo a mí, reflexionar y querer entender porque sigo con bloqueos emocionales, actitudes incorrectas, sentimientos como la ansiedad, furia, rabia, discusión, presión... en definitiva querer comprender para perdonarme, perdonar y continuar la vida positivo y consciente y no caer en los mismos errores.

Ahora puedo decir con toda seguridad y firmeza que es la mejor experiencia que he tenido conmigo mismo, conocerme, entender, concienciar, conectar, respetar, valorar lo que tengo, dedicar más tiempo a los míos, no presionarme o exigirme tanto, respirar, valorar, comunicarme, observar, escuchar, meditar, estar en silencio…

Gran lección de vida la recibida, me siento desbloqueado, limpio, ilusionado, impactado en referencia al trabajo tan profundo realizado y poder recordar hechos de infancia e incluso dar sentido a bloqueos familiares con personas que apenas has visto y conocido.

Gracias a ustedes, a la dieta, a las plantas, pude salir de mi letargo espiritual y despertar. Ahora continúo purgando y dietando y descubro, dieta tras dieta, la potencia de este trabajo. Ha cambiado mi energía, mi trabajo y mi vida, que no iba tan mal, ¡ha mejorado aún más! Mi alma se ha despertado desde mi estancia en Takiwasi y continúa su viaje con alegría y una renovada felicidad para vivir cada día.

Le escribo para agradecerle de todo corazón por el trabajo tan intenso y tan hermoso que realizamos con ustedes en la dieta. Para mí fue una experiencia más allá de lo que puedo expresar con palabras, una noche tan intensa, tan dolorosa, pero a la vez tan mágica y liberadora... Realmente un viaje a "Les Tréfonds" para descubrir el alma humana... Gracias por el trabajo tan intenso, el amor y todos los cuidados que nos dedicaron... Ahora que estoy de regreso intento poner en práctica todo lo aprendido para poder, en un futuro, regresar al trabajo habiendo hecho la tarea.

Quería agradecerles de corazón por el trabajo que realizan allí. Verdaderamente me encuentro muy bien con respecto a una de las cuestiones que fui a abordar allí (la más importante a mi criterio), muy trascendente. Pareciera ser increíble ya que creía que era algo que me iba a perseguir dolorosamente toda la vida y no... Takiwasi, sus medicinas y sus curanderos pudieron darle un girón a mi vida. Muchas gracias.

Desde un punto de vista físico, los beneficios de las actividades en las que participé fueron muy positivos e importantes. Para dormir ya no necesito usar pastillas, de las cuales estuve dependiente durante 8 años. Ahora duermo bastante bien y no me despierto más durante la noche. Es realmente un gran cambio para mí. A nivel psíquico me siento muy bien y finalmente en paz conmigo misma.

Las experiencias realizadas han cambiado la forma en la que miro a mi vida profesional y privada. Mi relación con mi familia ha mejorado. Pude resolver viejos conflictos al comprender mejor los mecanismos detrás de su creación. Empecé a invertir más de mí en la relación con mi familia, lo que me permitió encontrar el amor que siempre he buscado. A nivel profesional aprendí mucho sobre la dimensión espiritual de una enfermedad, mi papel como médico y los procesos inconscientes de la relación médico-paciente.

Me siento diferente, no lo puedo explicar. Es algo muy sutil, como una fuerza adicional a mí, pero que sin embargo no la siento ajena. Se manifiesta de varias maneras. Me gusta, siento que me ayuda a estar centrado, a regresar a una especie de silencio donde puedo percibirme más. Esto afecta casi todo el tiempo a mi cotidiano, creo que para bien, es como si estuviera más presente.

Después de mi experiencia en Takiwasi, pasaron muchas cosas. Me di cuenta de que después de mi participación, mi salud realmente mejoró. Sufro menos alergias, menos intolerancia a los alimentos, menos dolores articulares y artríticos. Además, mi relación con mi esposo ha mejorado, nos apoyamos más el uno al otro.

La experiencia allí fue absolutamente maravillosa y al mismo tiempo la más dura que yo había vivido, pues la “madre cósmica ayahuasca” en una de las sesiones me llevó a mi limite psíquico, enfrentándome con mis miedos más profundos. Pude incluso resolver la muerte de mi hermano fallecido unos años antes y que seguía apareciendo en mis sueños. Sí necesité de ayuda para enfrentar todas estas situaciones y allí estuvo Jacques Mabit y su equipo de psicólogos con amplia experiencia.

El proceso de purga, ceremonia (ayahuasca) y dieta de Ajo sacha con Bobinzana de algún modo respondió mis interrogantes además de marcar una nueva dirección, mucho más clara y sólida, en mi trabajo. Podría condensar el aprendizaje de la dieta como un proceso profundo de re-contactar y fortalecer mis raíces espirituales, desde un redescubrimiento inesperado y sorprendente de mis raíces cristianas, hasta el revisar mi propia fe y confianza en lo biológico, el amor, la respiración, y la ley unívoca que endereza y enfoca el crecimiento y maduración desde lo fisiológico a lo espiritual. La vuelta de la dieta marcó un trabajo duro pero muy feliz de concretar toda esa visión en mi trabajo y mi vida cotidiana.

Esta experiencia ha sido un paso enorme en mi camino espiritual. Hay claramente un "antes" y un "después". No es comparable a ninguna práctica terapéutica convencional o alternativa que yo haya explorado en casi todos los sectores durante treinta años. Es de tipo iniciático, siempre y cuando aceptemos el trabajo ingrato de sumergirnos en las profundidades del alma.

Durante el trabajo sobre mí mismo, me di cuenta de que tenemos toda la información que necesitamos dentro de nosotros, y una forma de acceder a ella es con la Ayahuasca. Hice mi investigación y de esta manera encontré a Takiwasi y elegí continuar el trabajo aquí, durante un retiro/dieta. El factor principal en mi decisión fue la combinación de la psicoterapia occidental con la práctica ancestral de los curanderos indígenas. El set y setting me ha brindado seguridad, y la dedicación de todo el personal de Takiwasi me ha dado la confianza de estar en el lugar correcto para dar este importante paso hacia mí.

Además, durante las actividades, hubo más confirmaciones en forma de emociones y sentimientos. Por primera vez en mi vida experimenté a nivel emocional una gran gratitud hacia la Vida y algo más, la palabra más cercana que podría usar es amor, pero esto fue más. Físicamente siento que tengo más energía, sin mencionar que perdí algo de peso. Estoy más enfocado en mi trabajo diario. Las relaciones con mis amigos más cercanos, mi familia y mi esposa muestran más compasión, gratitud y sus opiniones son una gran prueba de que esta experiencia fue, y sigue siendo, un gran paso hacia mi verdadero ser.

Al tercer día de dieta, la planta me hizo ver, de manera extremadamente vívida, recuerdos de mi infancia, con la consiguiente enseñanza de cómo estos recuerdos afectaban mi vida actual. Durante el último día la planta me hizo entender lo que yo debía cambiar en mi actual comportamiento. Más que entender, la planta me transformó; es decir, no solamente entendí que tal cambio era necesario, sino que supe que quería y podía hacerlo. Estas enseñanzas me asombraron, porque en años de trabajo psicoterapéutico nunca logré tales realizaciones ni tales transformaciones, y de manera tan rápida.

Puedo afirmar con total rotundidad que mi experiencia en Takiwasi ha cambiado mi vida. Llegué al centro para una dieta de una semana con el objetivo de resolver un trauma que me había mermado durante 10 años. Cada vez me iba alejando más de mi familia, amigos y de la sociedad. Con el paso del tiempo me vi envuelto en un círculo vicioso del que no podía salir ni incluso con la ayuda de ningún terapeuta, me encontraba perdido. Para mí era la crónica de una muerte anunciada.

En septiembre de 2012 hice la famosa dieta donde pude, gracias a la ayuda de todo el proceso terapéutico de Takiwasi, encontrar la raíz del problema y llegar a la conclusión de que es lo que lo había originado realmente.

Cuatro meses después y ya en Francia, país en el que vivo, conocí a mi actual pareja con la que llevo prácticamente siete años y con la que espero mi primer hijo. Además, seis meses después pude llevar a cabo mi proyecto soñado durante años: abrir mi clínica de Fisioterapia/Osteopatía y mi escuela de Wing Chun Kung Fu.

Sin la ayuda de Takiwasi hubiera sido imposible poder haber dado el paso y haber realizado todo esto. Solo puedo decir, GRACIAS, a todas las personas que cuidaron de mí, por su excelente trabajo, implicación y trato. Nunca olvidaré mi paso por Takiwasi.

La planta me permitió recordar muchas cosas de mi infancia que yo tenía como escondidas, que había guardado en el fondo. Me quedé enojada con mi pasado y con mi madre, y la planta me permitió recordar muchas cosas lindas con ella, muchos momentos bonitos. Entonces hay algo allí que se disolvió en mis ganas de cambiarla, de criticarla. Y ella lo sintió. Entonces hay muchas cosas que cuando uno empieza a trabajar también la familia lo siente.

Lo que me pasa hoy cuando tengo pacientes es que al darme cuenta que yo misma en dos años de tomar plantas, es como si hubiera hecho diez años de psicoanálisis, me parece importante que la gente conozca esto. Y a mis pacientes, soy la primera en proponerles esta entrada a las plantas, para conocer que hay esto. Porque al mismo tiempo se facilita la terapia. La persona baja sus defensas, es más capaz de aceptar ciertas cosas, en el fondo esto trabaja directamente sobre las capas del ego, entonces al ir sacando esas capas la persona puede darse cuenta, entender ciertas cosas. Y la planta ayuda mucho.

Ver el testimonio video: Sasaba.

Esta experiencia representa para mi vida algo muy preciado. Me ha significado un potente impulso para hacer cambios, me siento distinta, me obedezco más, no dejo que otros influyan en mí. Me cuido y me quiero más. Siento que he comenzado un camino para ser una mujer nueva. Desde ya el hecho de no consumir alcohol, ni drogas, me hace sentir muy orgullosa. Además, fue una experiencia que me sacó de la zona de confort y me dio ánimo para hacer cosas distintas siempre.

Esta experiencia es beneficiosa y me da fuerza en mi camino, las personas en el centro son realmente acogedoras y reconfortantes. Salgo de esta experiencia más fuerte y con más entusiasmo hacia la vida y me hace sentir mejor saber que hay lugares en el mundo donde las personas se conectan o se reconectan con su naturaleza.

Después de muchos años de tomarla varias veces durante un fin de semana con autoproclamados 'chamanes' o hasta 7 veces en 2 semanas en otros centros de retiro, estaba convencido de que conocía el potencial de la Ayahuasca. Eso fue hasta que fui a Takiwasi. La Experiencia y Sanación que recibí de aquella Dieta, Ceremonia, Baño de Plantas y las dos purgas (una preliminar y otra durante la dieta) excedió profundamente todas aquellas experiencias anteriores.

Aunque tuve algunas experiencias hermosas, lo cambiaría todo por la gracia y el valor que la Dieta te da.

Como muchas personas que sintieron el llamado a beber esta medicina, mi enfoque principal fue la infusión de Ayahuasca y los estados visionarios, pero no tomé en cuenta cuán especiales son las otras plantas de la selva para revelar traumas subconscientes, fortalecer nuestra fuerza de voluntad, cultivar el conocimiento, eliminar los bloqueos cultivados a lo largo de nuestras vidas por sustancias, dieta, estilo de vida y nuestras relaciones personales e incluso la curación ancestral y del alma que puede ocurrir con un trabajo tan profundo.

Esta experiencia es para mí la más profunda que jamás haya experimentado, pude adentrarme en mí misma hasta donde nunca antes había llegado a pesar de muchas experiencias: Vipassana, ayunos prolongados, respiración holotrópica, estados de trance, danzas derviches...

En retrospectiva, estoy convencida de que el sentimiento de seguridad debido al protocolo específico de Takiwasi (apoyo psicológico, marco, protección, benevolencia, profesionalismo, experiencia, supervisión) es un elemento decisivo de esta exploración. Nunca hubiera ido tan adentro de mí misma si no me hubiera sentido tan segura. Entonces, me permití a mí misma explorar y aceptar plenamente mi vulnerabilidad.

La delicadeza con la que las plantas me han acompañado también ha sido un vector muy importante. Es como si quisieran recordarme que esa dulzura era vital para mí y que tenía el derecho (e incluso el deber) de ofrecerme una relación dulce a diario, en lugar de violentarme en la hiperactividad.

Las plantas son esenciales para mi equilibrio y lo experimenté una vez más. Su generosidad fue muy conmovedora; el día antes de partir sentí una gran tristeza y nostalgia al pensar en dejar el bosque.

Siento un profundo respeto y admiración por la honestidad, el cariño, la humildad y la vocación de servicio de las personas que conforman Takiwasi, y no dudaría en recomendarlo a quien tuviera la motivación suficiente para embarcarse en este tipo de proceso. Para mí, la experiencia ha marcado un antes y un después, sobre todo porque me ha dado una esperanza que necesitaba muchísimo, al constatar que esta medicina ha funcionado para mí, donde tantas otras no lo han hecho (o sí, pero de forma bastante más limitada). Takiwasi ha abierto una puerta, y tengo muy claro que debo continuar con el trabajo con las plantas, a su debido tiempo.

Ha ocurrido una revolución, para mí y para mi esposo: hemos vivido una experiencia increíble, separados y juntos, nuestra vida está en liberación...

Qué emoción ir a este lugar, empujada inicialmente por nuestros hijos... Hacía mucho tiempo que buscábamos “fuera” para encontrar soluciones a los problemas personales y familiares. Personalmente, experimenté un “adentro luminoso” transformando el exterior y nuestros hijos, que eran “el problema”, se convirtieron en nuestros maestros…

Es la experiencia más poderosa que he tenido en mi vida: el marco está claramente especificado tan pronto como se reciben los documentos, el ritual es claro y construido, lo sagrado está en todas partes. Estaba abrumada por este ritual, una salvaguardia extraordinaria, que me permitía apoyarme, dejarme llevar y confiar. Todavía hoy lo percibo como una transmisión y también como una pedagogía. Se quedó en mi piel y cambia mi relación con las cosas, con las personas, con los pacientes, con mi trabajo como terapeuta.

Viniendo de un largo periodo complicado en mi vida, en Takiwasi encontré mucho más de lo que estaba buscando.

Al llegar estaba desconfiado, poco a poco me integré y entendí la filosofía del lugar y me di a mí mismo las máximas posibilidades para que el proceso fuera exitoso. Muy observador al principio, me acercaba a la ceremonia de Ayahuasca cada vez con menos aprensión. Sentí que estaba donde tenía que estar. Que todo era perfecto, que todo estaba en el lugar correcto y que todo sucedía en el momento adecuado y en las mejores condiciones.

Mi sesión fue muy reveladora, tuve muchas visiones, en varias ocasiones me sentí poseído por la planta, en general sentí que se apoderaba de mí una fuerza contra la cual era inútil luchar. Así que decidí entregarme a ella, dejarme llevar, aceptar. A veces incluso aceptaba la muerte porque la sensación de abandono era demasiado fuerte, entonces regularmente uno de los curanderos venía a "devolverme" a la vida. Un gran sentimiento de amor caracterizó la sesión, amor hacia mis seres queridos, amor hacia la vida y la naturaleza. Por mi parte, traté de enfrentarlo con dignidad y autenticidad y lo que obtuve a cambio se basa en los mismos fundamentos.

La sesión de Ayahuasca me reveló varias cosas, pero lo más sorprendente e intenso de mi experiencia fueron los días de retiro en la selva. Se ha instalado en mí una noción de crecimiento interior por privación. Con esto quiero decir que siempre nos han educado para pensar que es en la abundancia donde encontramos la felicidad, pero la selva me enseñó suavemente que es más bien lo contrario. Y por eso nunca dejo de dar gracias. Los días en la selva completaron el trabajo de la Ayahuasca. Aprendí a perdonar y sobre todo aprendí a soltar las cosas del pasado.

Llegué a Takiwasi lleno de ira, me fui lleno de amor y ahora casi dos meses después, considero que la ira que ha habitado durante mucho tiempo mi mente y mi cuerpo, ya no es parte de mí.

Si tuviera que resumir mi experiencia en una frase diría que las plantas activaron una energía nuclear dentro de mí y ahora me he convertido en una fuerza de la naturaleza. He venido a Takiwasi con determinación, un conjunto claro de objetivos y pidiendo asertivamente la guía de los espíritus de las plantas. Lo que me entregaron superó todas mis expectativas.

Antes de comenzar mi trabajo con las medicinas amazónicas en 2021, realicé una gran cantidad de trabajo de exploración personal. Pero todavía faltaban partes importantes y mi encuentro con Ayahuasca y San Pedro aportó claridad y proporcionó respuestas integrales a todas mis preguntas existenciales que me atormentaban desde que tenía 13 años. Llegué a Takiwasi por la recomendación de otro retiro al que asistí en España. Investigué y sentí que su enfoque era el más auténtico, así que me inscribí de inmediato. Estaba buscando un enfoque serio/pragmático pero científico y fundamentado para trabajar con la medicina y lo encontré en Takiwasi.

Resultados: tengo toneladas de energía y todos mis miedos y dudas han sido completamente eliminados. Ya nada me detiene en la vida. Físicamente me siento 20 años más joven. Bajé de peso y se mantiene. La gente nota mi cambio, a veces incluso se quedan mirando. Por primera vez en mi vida la gente escucha lo que tengo que decir. Durante mis 3 semanas en Tarapoto crecí emocionalmente. Mi familia también notó el gran cambio y me dice que es asombroso. Pero lo más importante es que finalmente estoy en paz conmigo misma y con mi pasado.

Soy psicóloga, maestra y coach de vida, ayudo a las personas a lograr la plenitud, la armonía en todos los aspectos de su vida. Las plantas me han dado instrucciones claras sobre cómo ser más eficaz en mi trabajo. Comencé a implementar este conocimiento en mi práctica y qué cambio tan sorprendente observo. Tengo muchos clientes satisfechos que dicen que mis ideas son simples pero que les cambian la vida. Siento que se han eliminado todos los límites de lo que ahora puedo lograr. Sé que esto ahora es posible porque logré esta armonía y paz conmigo misma. Cada día es emocionante y veo oportunidades en todas partes.